Emociones para Comunicar

Controlar las emociones para maniobrar la comunicación.

Todos quisieran controlar sus emociones para no sentir dolor, no sentir tristeza, no sentir miedo, no enfurecerse sin sentido.

Aquí es todo lo contrario.

Todas estas emociones que te causan frustración no quiero que las elimines, quiero que las aprecies, que las conozcas, que las estudies y quiero que las domines. Un buen orador sabe transmitir emociones y no me refiero a un orador de la vieja guardia que suenan todos tiesos, forzados y estáticos, un orador actualizado que crea conexión con su audiencia. Por cierto, todos somos oradores.

Las emociones para muchos son descontroladas por ello los eruditos de las neurociencias se inventaron el concepto “Inteligencia emocional” para venderle a las personas el control de estas emociones bajo el concepto de gobernarlas. Emociones con reglas de participación y leyes de gestión. Lamentablemente las emociones son impulsivas y desquiciadas, pueden actuar violentamente y salirse de contexto por ello no es fácil interpretarles.

Muchos hablan de las emociones como el distintivo de la raza humana haciendo de lado al resto de las especies pero, no le digas esto a un fanático de los animales porque emocionalmente no lo va a comprender y se puede salir de control.

Las emociones son el otro lenguaje del ser humano que siempre queda intrínseco entre las palabras y la gesticulación o para ponerlo más claro entre el lenguaje verbal y el no verbal. Algo así como el paralenguaje, que habla del estado emocional pero refiriéndose al tono, volumen, ritmo y énfasis. 

Sin embargo, no toda la emoción se muestra en el paralenguaje porque también podríamos hablar de la semiótica, la ciencia que estudia los distintos signos que utiliza el ser humano para comunicarse.

Yo hablaré de las emociones como modos y formas de comportamiento individual que se detonan reactivamente ante una circunstancia inesperada pero, también provocada o deliberada. Muchas reacciones vienen instaladas genéticamente y otras son aprendidas del comportamiento de otros seres humanos.

¿Para qué nos sirven las emociones? 

Para sobrevivir y para fraternizar, así de simple. El problema viene cuando estas emociones se convierten en sentimientos y estos en adictivos. No ahondare en este tema por ahora, no obstante es medular de esta idea. 

El afecto nos hace simpatizar con los demás, comprender lo que sienten y así congeniar, congratularnos y hasta odiarnos. Aquí lo relevante de las emociones es como se desatan en nuestro lenguaje, como se ven en nuestro cuerpo, como se oyen y mejor aún, cómo se sienten en el interior.

El ser humano quiere gobernar las emociones pero, primero debe saber cómo se detonan, que las provoca. Ni los gurús de las neurociencias tienen este dominio presidencial en sus emociones, por ello momentáneamente dejaré esa discusión para otro día.

Emociones para Comunicar.

En la comunicación las emociones son una gran herramienta de conexión para fraternizar. El comunicador tiene la gran oportunidad de ser un vínculo sugestivo e influir en el actuar de las personas gracias a dejarse sentir por esas emociones y compartirlas.

Si tu eres el ente comunicador de tu negocio o empresa tienes un gran reto de conexión con tu audiencia. No solo estas para informarles, estas para emocionarles. No todos te quieren por tu linda cara, también te quieren por tu forma de ser.

Ahora tendrás que elegir entre ponerte creativo y haber que sale emocionalmente cuando intentes comunicarte esperando que funcione o, prepararte para saber cómo comunicar esas emociones y saber enlazar a tu audiencia y crear ese cariño por la marca, ese cariño por ti, hoy le llaman engagement.

La solución parece sencilla y por ello estoy aquí, para emocionarte.

Te espero en las mentorías, ahí tengo más información, que te puedo decir, ya tu sabe.

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Y no olvides repartirle a tu audiencia un poco de tu corazón.

Abrazo enorme.

Tavo Garay